Ricardo Rojas fue sometido al procedimiento VO2 Max implementado en la clínica kinésica de la Universidad San Sebastián, con miras a participar en competencias en Buenos Aires y España.
El atleta puertomontino Ricardo Rojas junto a su entrenador, el técnico Claudio Ávila, comenzó su preparación deportiva en la clínica kinésica de la Universidad San Sebastián (USS).
En el lugar los recibió el académico y kinesiólogo Hugo Morales, quien les explicó el procedimiento que se realizaría al atleta: VO2 Max, que mide la cantidad máxima de oxígeno que el organismo puede absorber, transportar y consumir en un tiempo determinado. Dicho de otro modo, es la sangre que el organismo puede transportar y metabolizar.
Esta prueba es la manera más eficaz de medir la capacidad aeróbica de un deportista, ya que cuanto mayor sea el VO2 Max, mayor será la capacidad cardiovascular.
El objetivo de la realización de estas pruebas para Ricardo Rojas es la preparación para los próximos desafíos que se avecinan. Tal como indicó su técnico, Claudio Ávila “para el segundo semestre estamos pensando en tres eventos principales, un evento fundamental y dos conducentes. Primero es el Nacional de 10.000, que será entre junio y agosto, eso lo determinará la federación. El 25 de agosto viene el Medio Maratón de Buenos Aires, que a la vez es considerado el Campeonato Sudamericano de Medio Maratón y finalmente, en diciembre, viajar a Valencia, España, para que haga su debut en una maratón”.
Por tal motivo, para el entrenador este tipo de pruebas “a nosotros nos entrega mucha información para trabajar y hay que clasificarla. La principal (información) que buscamos nosotros es la velocidad aeróbica máxima y el umbral anaeróbico; y las zonas de entrenamiento que nos orienta para ver en qué momento podemos aplicar las zonas de entrenamiento 1, 2, 3, 4 y 5, que son los niveles de esfuerzo que le tengo que medir durante la semana o durante el tiempo de trabajo al deportista”.
El académico a cargo de la prueba, Hugo Morales, detalló que la prueba VO2 Max además de ser una evaluación sumamente específica requiere también de una formación técnica que esté “a la altura de la interpretación de esos equipos”.
El kinesiólogo remarcó que en esta prueba “si no se tiene una buena interpretación o ejecución sirve de muy poco o nada, tanto para el deportista como para el profesional que la aplique”, detalló.
Con este tipo de evaluaciones, Morales precisó que un deportista que practica deportes de resistencia y está siendo sometido a la V02 Max, puede mejorar un 20% o 30%, pero siempre en el escenario en el cual esta evaluación sea bien aplicada y además bien interpretada, de lo contrario no sirve de mucho.
Mientras que desde la casa de estudios, el director de la carrera de Kinesiología, Juan Cristóbal Guerrero, aseguró que “desde la universidad hemos puesto esta tecnología al servicio de los deportistas, como es el caso de Ricardo que se está preparando para grandes desafíos como lo es la Media Maratón de Buenos Aires y la Maratón de Valencia y tanto él, como otros deportistas, en el futuro tendrán las puertas abiertas de nuestros laboratorios”, sostuvo.